Título de La Nación - 16/06/2022 02:32:06

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Agotado el financiamiento del déficit fiscal por la vía de la emisión monetaria, aparece ahora un gigantesco signo de interrogación sobre el financiamiento por la vía del crédito en pesos

El destino del kirchnerismo, en su trazo más grueso, se está jugando en sigilosas conversaciones reservadas. Son las tratativas que llevan adelante Martín Guzmán y su subsecretario de Financiamiento, Ramiro Tosi, para que los bancos renueven sus tenencias de títulos públicos cifrados en pesos. Se trata de un problema de primera magnitud. El país tiene vedado el crédito internacional porque, dado su nivel de riesgo, la tasa que debería convalidar es impagable. Por lo tanto, el déficit del Estado sólo puede solventarse en moneda local. El Gobierno ha recurrido durante mucho tiempo al Banco Central para que cubra esos desequilibrios emitiendo billetes. El Central debió ofrecer toneladas de letras para absorber esa emisión, asumiendo una deuda cada vez más inquietante. Para atenuar ese problema, el Ministerio de Economía comenzó a colocar sus propios títulos, al mismo tiempo que prometía a quienes le prestaban el dinero que reduciría el déficit del Tesoro para que ese pasivo se volviera sustentable. Pero el rojo siguió agravándose y entre los tenedores de esos papeles resultó evidente que estaban haciendo un mal negocio. En especial porque, si el Gobierno intenta recompensarlos con una tasa equivalente o superior a la inflación, debería emitir una suma de dinero enloquecedora. Así se fue instalando una duda difusa sobre la capacidad del Estado para pagar su deuda en pesos.

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